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Juerga en el bar Calamaro

Moonsorrow | 04/20/2004

(5 out of 5 stars)

"De solo escuchar su voz de consuetudinario bebedor (no decimos que lo sea, lo parece), de asiduo concurrente a bares de mala muerte (tampoco nos consta, insistimos, lo parece), ya nos imaginamos el clima perfecto para deglutir como se debe las canciones de "El Cantante", no otra cosa que el nuevo lanzamiento de Andrés Calamaro.
Hay un aroma que flota desde los parlantes cuando empieza la primera pincelada de "Malena", un tango, y es ese olor a cosa íntima, a proximidad de quien te canta a escasos metros sobre un escenario de madera. Y de solo escucharlo cantar así, nos imaginamos -de fondo- el sonido de las copas en el delirio de los brindis, el olor a tabaco, y las incandescentes risas ebrias que le dan vida a la bohemia.
Una virtud inequívoca de Calamaro. No es nada raro terminar abrazados a la radio luego de embriagarnos con sus canciones. "El Cantante" es una excusa perfecta para que el músico argentino, con desfachatez total, le dé vuelta a himnos tradicionales del canto popular -venga de la mano del folclor, del bolero, del tango (ya lo dijimos), de la trova- imprimiéndole su sello personal: la voz abierta y desprolija. Despreocupada y sensible. Humana. Decíamos, la del tipo que se cuelga al escenario para matizar una noche cualquiera de fin de semana.
Por eso, "El Cantante" es una delicia de disco. Puede cortarnos las venas con "Alfonsina y el mar", la flagelante historia de la poetisa argentina Alfonsina Storni, muerta por propia voluntad abrazada por las olas, cuya versión más conocida la hemos escuchado en la voz de Mercedes Sosa (aunque también la han hecho Tania Libertad y el italiano Franco Simone); nos toca la respiración con "Algo contigo" y "Voy a perder la cabeza por tu amor" (¿se acuerdan del `Puma' Rodríguez?); y nos devuelve atrás con "El arriero" de Atahualpa Yupanqui y "El Cantante", original de Rubén Blades.
"El Cantante" termina siendo la rebeldía de Calamaro contra su propia incontinencia creativa. Su pasado inmediato tiene el inusual (y delirante) prontuario de 37 canciones en el "Honestidad brutal", 103 del quíntuple "El salmón" y miles más que el ex Abuelos de la Nada y Los Rodríguez tenía escritas para un nuevo álbum que no salió y que puso al servicio de los cibernautas en Internet. Y es que el buen Andrés pateó su propio tablero y decidió, siguiendo la trayectoria del salmón (a contracorriente), sacar, pues, un álbum repleto de versiones.
El álbum, producido por Javier Limón (también a cargo de "Cositas buenas", el último de Paco de Lucía), tiene, además, espacio para composiciones propias de Calamaro. Son tres y de muy buena factura, sobre todo "Estadio azteca" y "Las oportunidades", las que junto a "La libertad", logran un efecto deliciosamente nostálgico.
En conjunto, "El Cantante" es el disco ideal que abriga en el frío, que alberga las penas y la soledad, y que puede convertirse en un talismán personal. Si llega a sus manos no sabrá desprenderse de él."

I like this

tak1 | 12/03/2004

(5 out of 5 stars)

"I have never heard of andres before and came across one of his songs on Tv and so i decided to purchase this.

It's good.

very good.



there is some sort of intimacy that he's able to create with these songs despite the fact that he falls out of key at times when he sings. But that's ok. for some reason it works.

You won't mind after you realize the songs are powerful and very touching. The soul is there."